HISTORIA

HISTORIA2018-11-19T11:15:08+02:00

En 1997 el P. Eloy Arribas Lázaro da una charla en el I.E.S. Parquesol. Nos habla de su labor en su parroquia de Arequipa, de las necesidades de la gente, especialmente de la difícil situación de los niños. El instituto, que estaba desarrollando un Programa de Educación en Valores, decide implicarse y trabajar la idea de educar a través de una experiencia de ayuda real.

En el curso 2002/03, al descubrir el estado de desnutrición de muchos niños de la escuela, nace EL HERMANAMIENTO: La relación entre los niños de los dos centros, para potenciar el valor educativo y financiar la creación de un comedor en la escuela. Tras la visita de responsables del proyecto a Arequipa, el verano del 2008, y observando la importancia que estaba cobrando la ayuda que enviábamos, decidimos crear esta O.N.G.

AYNI-Parquesol, para dar estabilidad al proyecto y facilitar su gestión. Desde entonces el proyecto ha crecido y se ha afianzado, permitiéndonos extender nuestra ayuda a otras áreas relacionadas con la educación y el desarrollo de los niños y sus familias. Las sucesivas visitas realizadas en 2012 y 2018 nos confirman que la ayuda que enviamos sigue siendo imprescindible pero insuficiente y por lo que tenemos la responsabilidad de continuar trabajando.

Biografía del P. Eloy Arribas Lázaro

Eloy Arribas

Voy a hablaros de mi querido y añorado hermano Eloy tal como lo hice a los pocos días de su fallecimiento, el 29 de abril de 2002,  en Pedrajas de S. Esteban (Valladolid) España, pueblo en donde había nacido.

Os contaré un poco de cómo es Pedrajas , un pueblo al que amaba mucho. Está a 44 km al sur de la ciudad de Valladolid, y rodeado de pinares, pinos piñoneros. Es famoso por eso, por sus piñones y toda la industria que hay montada alrededor de ellos. Entre estos pinares, a unos 4 km del pueblo y a la orilla del río Eresma, está la ermita de la Virgen de Sacedón, patrona de Pedrajas y a la que Eloy le tenía mucha devoción. Casi todos sus últimos días le llevaba yo a verla, a rezarle una Salve y dar un paseíto por entre los pinos. En esos pinares, cercanos a la ermita, descansan parte de sus cenizas, tal y como él lo había deseado. El resto de las cenizas, como sabréis están en una urnita en un altar de la iglesia Cristo Obrero.

Actualmente Pedrajas tiene unos 3500 habitantes, un pueblo grande y muy generoso. Cuando Eloy venía de vacaciones la gente le hacía muchas donaciones para ayudar a la gente de Arequipa. La verdad es que todo el tercero de 10 hermanos, pueblo le quería mucho.

Bueno pues ahí es donde nació un 21 de mayo de 1948, Eloy, Yoyo, Yoyito como le llamábamos, diminutivo por el que la gente aún le sigue recordando, tercero de 10 hermanos, 5 chicas y 5 chicos. Nuestros padres se llamaban Meluca y Daniel y nuestra abuela materna que vivía con nosotros y también nos “crió”, Amelia. El nombre de Eloy se le puso por nuestro abuelo paterno, Eloy Arribas, que vivía en Torre de Peñafiel, pueblito muy pequeño cercano a otro más grande, Peñafiel, a 55 km de Valladolid, famoso por su castillo del siglo X. Pero eso es otra historia que podréis ver si os conectáis a Internet.

Mis recuerdos son un poco difusos, pero sí, algo característico en su físico eran las gafas que llevó  desde muy pequeño pues era un poco bizco (a los 13 años le operaron  y ya no se le volvió a notar el estrabismo). Era travieso pero muy tranquilo. Le gustaban mucho los “bichos” y no le tenía miedo a nada. Cogía ranas, sapos, insectos con los que nos asustaba a las hermanas… pero todo quedaba ahí pues nos llevábamos muy bien. Íbamos con frecuencia al río en verano, en bicicleta, por la tarde a darnos un chapuzón y merendar.

A los 6-7 años se metió de monaguillo del párroco D. Victoriano, junto con sus amigos también pequeños. Nuestra madre y nuestra abuela comentaban orgullosas lo que D. Victoriano les había dicho, que parecía que le ayudaban a misa unos angelitos…

Años de escuela en el pueblo y luego un año en el Colegio de Ntra. Sra. De Lourdes, con los Hnos. de San Juan Bautista de La Salle, en Valladolid.

A los 10 años, Yoyito se va al Seminario Diocesano de Valladolid, interno, a estudiar para sacerdote. ¿Quién lo había decidido? Creo que él no. Lo decidieron nuestros padres, nuestra abuela y sobre todo, nuestro tío José, tio Pepe, el cura, hermano de nuestro padre que le pagaría la carrera. Él, como buen chaval, lo aceptó. Nunca le oí protestar por ello. Era un chaval muy alegre. El resto de los hermanos vivíamos también en Valladolid, en la c/ Turina, habitualmente con nuestra abuela pues nuestro padre, farmacéutico, tenía que estar en Pedrajas con nuestra madre.

Pasa varios años en el Seminario, durante los cuales todos los domingos íbamos el resto de los hermanos, normalmente con nuestra abuela, a llevarle una bolsa con la ropa limpia y el bocadillo de tortilla de chorizo, que le gustaba mucho. Era de lo único que se quejaba, de lo mal y lo poco que comían. Por la tarde, si había fútbol, iba a casa, a Turina, con sus compañeros, a ver el partido desde la ventana desde la cual se veía un poco el estadio.

Yoyo de joven; estudios de Humanidades y Filosofía y, como seminarista,  sermones el día de S. José en las Iglesias de Valladolid. En el Seminario se muestra muy activo y con muchas inquietudes. Le apasionan la música (tocaba muy bien la guitarra), el teatro, la pintura, el deporte, es un gran ciclista. Los veranos los aprovecha, entre otras cosas, para viajar en bicicleta  con sus amigos por el norte de España

Eloy es poco hablador. Cuenta poco de su vida en el Seminario, de sus inquietudes que sabemos las tiene. No se es rebelde, saliéndose de lo establecido, de lo que se espera más o menos de él por su estancia en el Seminario, de la noche a la mañana.

La chispa que hace se libere toda su energía es la visita a Valladolid, en 1967, de Monseñor Julio González, Obispo de Puno (Perú). Una persona encantadora y sencilla. No se cómo les hablaría, pero encandiló a 4 seminaristas, José Luis Aguilar, José Mª Gordo, Tomás y Eloy que se fueron con él, en principio a Puno. Eloy tiene 19 años y le faltan por estudiar las Teologías. En casa es una alegría. A todos nos parece fenomenal. No se lo que hablaría con nuestros padres y qué le dirían estos. No recuerdo que se discutiera el asunto. Quería irse y se iba.  Nuestra madre, Meluca, estaba orgullosísima. Su hijo, el que iba para sacerdote, no iba a ser un cura más. Rebelde siempre, había vuelto a elegir el camino más especial. No sería un cura de parroquia rica, misa dominical y confesiones los jueves, no. Él sería misionero en Perú.

Su viaje nos fascinó a todos. Cruzaría el Atlántico en barco, tres semanas, el canal de Panamá. Desde Pedrajas, desde Valladolid, a Barcelona, al puerto, y en un barco que venía de Génova, el Andrea Doria, hasta el puerto del Callao en Lima y de allí a Puno, ciudad a 3.400 m sobre el nivel del mar, a orillas del Lago Titicaca,  donde llega un 22 de abril de 1968.

En el Seminario San Jerónimo de Puno acaba de completar su formación teológica y posteriormente estudia Ciencias de la Comunicación en la Universidad Católica de Santa María.

Cuando llega a Puno, descubre que su trabajo no es la selva amazónica, es en la cultura Quechua y Aymara, en Arequipa, el departamento vecino que recibe miles de inmigrantes que forman las barriadas hoy llamadas Pueblos Jóvenes, donde se instala el joven seminarista Eloy en el año 1971. Trabaja en estos nuevos asentamientos, barrios marginales que carecen de los servicios más elementales, creados por las personas que llegan a buscar trabajo a la ciudad desde lugares más pobres. Se impresiona mucho por la labor que otros sacerdotes venían realizando en estos pueblos y les ofrece su colaboración.

Se ordena sacerdote, ahí con su gente, el 20 de enero de 1974, ( posteriormente, en mayo de ese año, canta Misa en Pedrajas). Ya como sacerdote coordina la organización de la parroquia y del pueblo joven que se extendía imparablemente en el territorio a él encomendado. Así surge la parroquia Cristo Obrero cuya dirección asume Eloy al haberse producido la partida del párroco anterior.

Comienza su compromiso con los pobres, trabaja abriendo zanjas para la instalación del agua y desagüe; se inicia como líder del pueblo y, junto a otros, entre los que están el P. Justino Cruz , las Hnas. Médicas y otra gente del pueblo comprometida, orienta anima, organiza la construcción de locales escolares (el actual colegio que lleva su nombre), nivelación de calles, locales sociales de usos múltiples (comedor, catequesis, liturgia dominical y asambleas del pueblo) para la organización del pueblo, exigiendo el cumplimiento de las  promesas por parte de las autoridades.. Otro objetivo fue apoyar la salud integral de la población con la creación de comedores populares  que servían para atenuar el hambre y la miseria de los pobladores del barrio y un puesto sanitario para la prevención de enfermedades.

La gran preocupación e ilusión de su vida fueron los niños, su educación como fundamento del desarrollo. Así se construye la Escuela Parroquial Cristo Obrero (hoy P. Eloy Arribas Lázaro) para niños de 6 a 12 años, se crean bibliotecas populares  y vela por la capacitación técnica de los jóvenes. “ Un pueblo que lee y estudia es un pueblo libre” era una de sus frases preferidas.

Desde 1975 hasta 1980 extiende su labor pastoral a las aulas. Utilizando una pedagogía participativa, incentiva a sus alumnos a reflexionar y discutir temas y problemas diversos desde una perspectiva cristiana.

El Evangelio siempre estuvo presente en sus tareas. Para él fue prioritaria la defensa permanente de los pobres y sus denuncias contra toda situación de injusticia, aunque eso fuera  molesto para algunos. Es la confianza en el Dios de la Vida la que le dispone para el seguimiento de Jesús de Nazaret.

Un periodo importante de su vida está dedicado a las comunicaciones sociales, desde el pequeño boletín parroquial Amakella (no seas ocioso, en quechua) en el año 1971, hasta la formación del Centro de Comunicación Amakella con un grupo de jóvenes del barrio en 1980.  Participa en la fundación de la Coordinadora Nacional de Radio, de la cual llega a ser presidente  a finales de los 80, que integra y coordina el trabajo de las ONGs. Doce años más tarde, en 1992, funda Radio Yaraví emisora que dirigió muchos años y que integró en la Asociación Latinoamericana de Educación Radiofónica (ALER) que agrupa a un centenar de emisoras, presidiendo esta institución desde 1996 hasta 2001.

Si bien las obras físicas fueron importantes para él, mucho más fue la construcción del hombre libre y comprometido. En esta aspiración, la radio fue su mejor aliada, su mejor instrumento. Desde allí, predica, reclama, fomenta y denuncia. Promociona la defensa de los derechos humanos, los derechos de la mujer, niños y jóvenes, así como las causas ecologistas.Era su deseado pulpito desde el que se mantiene en permanente sintonía con su pueblo.

Cuando lo nombran Secretario Ejecutivo de ALER, en julio de 2001, enferma. Quedaban aún muchos proyectos, pero regresa a España, a su querido Pedrajas, para recibir tratamiento médico. Su espíritu rebelde no pudo con la enfermedad. Falleció aquí, rodeado de todos nosotros, de su querido discípulo y amigo Hugo Ramírez, del P. Justino Cruz, de Leonor Luna, venidos de Arequipa, y de Luis, de su querida familia, el 29 de abril de 2002.

Decía, “La vida es como una vela que para alumbrar a los demás debe gastarse”. Así fue su vida.

Hay un poema, del que lamentablemente no conozco su autor, que dice

ELOY, POR SIEMPRE

Fuiste semilla callada

que germina en la tierra del hambre,

levantaste castillos de esperanza

entre los desheredados.

 

Fuiste hermano de los hombres

en el olvido y en el desamparo.

 

Ángulos de sombra

tendrán las soleadas calles

de Arequipa, desde ahora.

 

El viento silbará tu nombre,

ladera abajo, del imponente Misti

y barrerá la desesperación

de los pueblos polvorientos.

 

Entonces, será el momento

de instaurar definitivamente

los sueños

tantas veces dejados para luego.

 

Ese día luminoso,

se levantará tu figura

en cada hombre que coma,

en cada dignidad recobrada.

 

Eloy bueno

 

Forjada en los tajos cortantes

de la torrentera,

tu sonrisa es el sol Inca

que abrasa de dulzura cuanto toca.

 

En las aristas implacables

de los nevados,

con la estepa dura de Castilla,

mezclaste y amasaste el pan

que se comerán

muchos pobres desde ahora.

 

Tus cenizas esparcidas,

formarán polvo fértil

que, fijado a la tierra

de quebradas implacables,

dará ricos frutos.

 

El sudor derramado

regará bellos campos esmeralda

que madurarán en mieses

repletas de pan,

primera dignidad de todo hombre.

 

Para nosotros,

un libro abierto en la página crítica,

donde queda escrita

la palabra ENTREGA.

Espero haber respondido a todas vuestras preguntas, aunque aún queda mucho por contaros sobre mi querido y añorado hermano Eloy, Yoyo, Yoyito, para nosotros , y P. Eloy para vosotros. Y hay mucha gente arequipeña que os podría hablar sobre él. De cómo quería a las personas mayores, vuestros abuelos y abuelas, a los niños, de cuando se iba con los que hacían su primera Comunión unos días a la playa, de cuando iba a la cárcel para ver a algún joven del barrio que estaba allí, de cómo le gustaba bailar vuestros bailes típicos, de cómo le quería la gente…Todo esto no lo contaba él, me lo han dicho las personas que con él convivieron. En realidad vivió mucho más tiempo con vosotros, 33 años, que con nosotros, su familia. El decía que en Arequipa tenía la otra mitad de su familia. Ahí fue muy feliz.

Me preguntáis también que cómo nos llevábamos los hermanos, todos, con él. Muy bien, tanto de niños como de jóvenes cuando hacíamos guateques (pequeños bailes) en casa. Ahora sí, Eloy era el que ponía los discos dado que como era seminarista no podía bailar con las chicas, ¡qué tiempos! Luego cuando venía a casa desde Arequipa, que solía ser cada dos años, para pasar un mes con nosotros, se montaba una buena fiesta. Le esperábamos con muchísima ilusión y todo nos parecía poco para él.

Para esto que os he escrito me he servido de mis recuerdos y de distintos escritos que hicieron sus amigos, Hugo Ramírez y el P. Justino Cruz (que como sabréis compartió la parroquia con el P. Eloy y luego siguió hasta la llegada del P. Joel) al poco tiempo de morir Eloy y que aparecen en una Revista que publicó el grupo “Pedrajas Solidario” un grupo muy solidario con Arequipa.

Un beso grande para todos

Ángeles Arribas